El café de máquina es un clásico, está en el top tres de las bebidas más consumidas en todo el mundo y podríamos decir que en el puesto número uno cuando hablamos de máquinas expendedoras. Cuando una empresa se preocupa por ofrecer café gourmet a sus empleados pone de manifiesto que la calidad es un pilar importante para su organización. Cafés La Brasileña contribuye a generar momentos agradables en las oficinas, dando impulso al rendimiento y las relaciones profesionales.

Lo más importante es que la materia prima sea de primera calidad (% alto de arábica en sus blends), el problema muchas veces es que los operadores de vending recurren a calidades bajas ya que tienen que lograr una rentabilidad sobre su precio de venta que suele oscilar entre 0,40 cts y 0,80 cts en función del tipo de cliente.

Han salido al mercado máquinas de café automáticas con dos molinos que nos ofrecen la posibilidad de tomar un café barato y otro mejor… son ideas que pueden ir mejorando la calidad de las bebidas que se ofrecen. La preferencia por productos de mayor calidad y equilibrio han hecho que la proporción de ventas de café mezcla con torrefacto hayan ido descendiendo.

Nosotros pensamos que dar un buen café en cualquier sistema (grano, molido, soluble, cápsulas…) hace que se consuma más ya que nos creará sensaciones positivas frente a esos cafés que existen (% alto de robusta) que nunca repetirías. Apostamos por conseguir las mejores experiencias del consumidor.

Mi percepción antes de entrar en el mundo de café era que no se podia tomar un café en condiones y estaba equivocado. La mayoría de las maáquinas tienen características similares a las profesionales, lo único que hay que hacer es rellenarlas de procutos de calidad.

Chema Medrano – Sales Manager de Cafés La Brasileña