Los secretos del café

El gusto por el café ha generado conspiraciones, intrigas palaciegas, amotinamientos; e incluso, odiseas de todo tipo, como el contrabando de plantas transportadas a bordo de barcos, trenes, mulas y carretas.

En diseminar su cultivo de un continente a otro, de una isla a otra, de montaña en montaña, han estado involucrados marineros, reyes, sacerdotes y campesinos. El café transformó la geografía de numerosos países, la fisionomía de las ciudades y el estilo de vida de generaciones enteras.

Se atribuye a un oficial naval francés haber introducido el coffea arábica al Nuevo Mundo, a partir de un retoño robado a un arbusto que el rey de Holanda obsequió a Luis XVI de Francia. Desde ese hecho fortuito hasta ahora, ha ganado millones de adeptos y un refinamiento que lo sitúa entre los productos de mayor consumo en el planeta.

El café posee una serie de secretos en cada fase de su cultivo, procesamiento y preparación. Como el vino, tiene sus momentos de reposo y fermentación en los que desarrolla aromas y sabores que impactan en la semilla. Conocer esos secretos nos ayuda a elegir y preparar un mejor café en casa e iniciarnos en ese universo de catadores, baristas y amantes del café.

Detrás de cada utensilio o artefacto para tostar, preparar o servir café, hay un inventor, un científico o el responsable de hacer el café en casa, empeñados en mejorar la bebida. Estamos en una época en la cual el ingenio y la inventiva combinan tradición e innovación.

Más allá de toda información fascinante que se pueda acumular en torno al café, lo que interesa a cualquier iniciado son los consejos básicos sobre las variedades que se consiguen en el mercado y sus perfiles de sabor, cómo entrenar el paladar para captar mejor los aromas y sabores, qué tipo de tueste se aconseja para cada método y cómo mantener la calidad del café por más tiempo.